Aventura en la torre de la Iglesia San Judas Tadeo

por Rolando Goyaud

Aunque la iglesia del pueblo Santa Rosa de Ituzaingó fue proyectada en 1872, recién en 1901 los vecinos solicitaron al obispo de La Plata construir una capilla. En 1916 en la casa de Guillermo Seré se formó una comisión pro capilla, mientras tanto el culto era impulsado por la vecina Juanita Consejero en el comedor de su casa, donde se daba misa. En 1935 se constituyó otra comisión presidida por el comerciante Julio Protto (padre), con el apoyo de Raquel Monasterio de Fresco y las señoras de Pastré, Parodi y Voelklein. El 30 de abril de 1935 comenzó la construcción y el 9 de julio se colocó la piedra fundamental. El proyecto original fue del ingeniero. José Quartino, pero la edificación estuvo a cargo de los arquitectos. Ángel Silva y Alfredo Coppola y el constructor Antonio Dori, quienes hicieron un templo diferente al aprobado, cuyo diseño puede observarse en Museo de Ituzaingó.
“Brumana, constructor de la empresa, hizo los cimientos de la iglesia, que quedó mucho tiempo sin paredes” (Testimonio de Cristóbal Viana).
“Habían terminado la torre de la iglesia San Judas Tadeo cuando el ‘Francés’ (Alberto Goyaud), ´Jettatore´ (Angel Ventura Bagnacedri) y yo nos decidimos. Con los nervios gastados, llegamos a la cúspide. El espectáculo era fabuloso… Veíamos hasta el Puente Márquez los techos de las casas de los vecinos. También el techo de chapa de cinc de la subcomisaría. Cuando vimos en el piso de la torre los cascotes que habían dejado los albañiles, no resistimos la tentación y le descargamos una andanada. El ruido fue infernal. Abajo el desconcierto, con agentes semi vestidos y algunos presos que habían abandonado la única celda estaban en la calle. Se les habían unido los vecinos que recorrían la manzana en bicicleta, buscando a los culpables. Después de la medianoche, a oscuras y con gran riesgo bajamos sigilosamente. Los potentes brazos del oficial ´Cartucho´ y del sargento ´Pocas Plumas´ nos cerraron el paso. Media hora después estábamos llenando el tanque de agua de la subcomisaría y así nos tuvieron toda la semana… ´Pocas Plumas´ era el apodo del Sargento Giovanni Di Feo, le venía de lejos, de cuando era ladrón de gallinas. A veces las vendía al mismo al que había robado. Al verlo las gallinas marchaban detrás, porque estaban más tiempo con él que con el dueño. Tantas veces estuvo preso que el comisario le propuso que ingresara a la policía. Durante muchos años fue autoridad en el pueblo. Repetía: Respete la autoridad, no se me desacate” (Testimonio de Mario Passano).
“Mi abuela Luisa Moral de Voelklein pronunciaba el discurso de inauguración de la Iglesia San Judas Tadeo, cuando el piso del palco cedió y todos cayeron parados. Ella no perdió la calma y como si nada ocurriera, siguió hablando desde el suelo. (…) Juanita Consejero vivía en una casilla en el lugar donde está la Escuela República del Paraguay”. (Amilcar Voelkelin).
“Juanita durmió en la cabina de proyección del Cine Petit Palace cuando fue capilla, luego pasó a una prefabricada en los fondos del templo”. (Santiago Firpo).
En 1962 falleció ciega en el Hospital de Geriatría Martín Rodríguez, conocido como ´La Colonia´.

Bibliografía
- Goyaud, R.; Castillo, Ricardo, Ituzaingó, al Oeste de Buenos Aires, 1996.
- Passano, Mario, ¿Por qué Ituzaingó?, 2003.

1 comentario:

Jorge E. Lema dijo...

muy lindos recuerdos de gente maravillosa